Cómo nacen las grandes ideas en una carne asada
Las grandes ideas no siempre nacen en oficinas de lujo, ni en juntas interminables con pizarrones llenos de fórmulas. A veces, las mejores ideas surgen en donde se disfruta la vida con más sabor: en una carne asada entre familia, con la música de fondo, el aroma de la carne al carbón, y una buena caguama en mano. Así nació el Portacaguamón Master Holder, el invento regio que está revolucionando la forma de disfrutar una cerveza bien fría de principio a fin.
Todo comenzó con una visita inesperada
Era un día cualquiera en la bodega donde guardábamos los carros de carreras. Yo, Rafa, estaba sentado en un banco de aluminio limpiando un carro, sin saber que ese momento cambiaría mi vida. De pronto, entra mi tío Héctor, alguien que rara vez se aparecía por ahí. Traía en la mano una hoja de libreta, de esas con rayas, bien cuidada. Le pregunté qué traía y me respondió: “Un dibujo”. Era el boceto del Portacaguamón.
Lo vi por un segundo y sin pensarlo le dije:
“Guarda esa hoja. No se la enseñes a nadie. Y hazlo.”
No necesitaba más explicación. Yo sabía que ese invento iba a funcionar.
La carne asada que lo cambió todo
Como buenos regios, todos los lunes nos juntábamos en casa de mi abuela. Éramos entre 30 y 40 personas, todos los tíos, primos, sobrinos, y claro, con las caguamas bien frías. En esas reuniones empecé a preguntarle a mi tío cómo iba con el proyecto. Cada lunes la respuesta era la misma: “Bien”. Pero no avanzaba nada. Hasta que un día le dije:
“Esa idea no se va a quedar en papel. Si tú no la haces, la hago yo.”
Y así fue como comenzó el camino para crear el molde, con una inversión de 12,500 dólares. Le apostamos todo, sin haber vendido ni una sola pieza. Pero teníamos fe... y caguamas. Mucha fe y muchas caguamas.
El diseño del Portacaguamón: pensado para la raza
No queríamos hacer cualquier cosa. Queríamos algo que aguantara vara. Así nació el diseño del Portacaguamón Master Holder, un termo de acero inoxidable capaz de mantener la cerveza fría de principio a fin, sin importar si estás en el rancho, en la playa, en la peda o viendo el partido.
El diseño no fue casualidad. Tenía que ser ergonómico, resistente, y con estilo. Que fuera digno acompañante de una caguama. De ahí su estructura sólida, su mango firme y su diseño térmico. No es un simple termo: es un portacaguamón, papá.
Los rechazos también ayudan (aunque no parezca)
En algún momento, intentamos vender la idea a Cervecería Cuauhtémoc. Tuvimos una junta con los peces gordos de mercadotecnia y promocionales. Uno de ellos dijo:
“Esto es lo mejor que he visto… ya me lo habían platicado, pero nadie lo había hecho”.
Y el otro nos tiró a matar:
“Para el mercado de las caguamas, eso no va a jalar”.
¿Y sabes qué hicimos? Nos fuimos a la carne asada. A pensar. A conversar. A soñar. Y ahí decidimos: Vamos a hacerlo nosotros.
Pandemia, fe y un milagro con hielo
En plena pandemia, cuando no había ni cerveza en los supermercados, hicimos el pedido de nuestros primeros contenedores. Y justo cuando parecía que todo se iba a venir abajo —aduana, restricciones, incertidumbre—, le pedí ayuda a Dios y a la Virgen. Sin saber cómo, los contenedores quedaron liberados, llegaron a Monterrey, y el 30 de mayo de 2020 hicimos nuestro primer envío.
¿La fecha? Coincidió con el Día del Padre.
Ese año, ningún papá recibió calcetines o corbatas. Ese año, los papás recibieron un Portacaguamón.
Escuchar a la gente es ley
La misma raza nos empezó a pedir más. Que si lo querían en color negro, que si con tapa, que si para whisky. ¡Hasta mi hija pidió uno rosa con tapa y popote para su piña colada! Escuchar a nuestros clientes fue clave. Y fue así como nacieron nuevas versiones, nuevos colores y más productos. Hoy, no sólo vendemos termos para caguamas, también vendemos estilo, cultura y orgullo mexicano.
La diferencia entre tener una idea y hacerla realidad
Una carne asada, una hoja con un dibujo, una familia unida, una buena cheve fría y mucha fe. Eso fue todo lo que se necesitó para crear el Portacaguamón Master Holder. A veces, las grandes ideas no necesitan de grandes oficinas. A veces, sólo necesitas estar con tu gente, abrir una caguama, y prestar atención a esa chispa que se enciende cuando estás a gusto.
Conclusión
El Portacaguamón Master Holder no es solo un invento. Es el resultado de momentos vividos, de sueños compartidos, de errores y aciertos, de fe y trabajo duro. Es una muestra de que cuando la idea es buena, y tienes la pasión y el compromiso de hacerla realidad, no hay pandemia, ni rechazo, ni obstáculo que te detenga.
Y todo empezó con una carne asada.
¡Porque las mejores ideas se celebran con una caguama bien helada!